VERANO Y SALUD ORAL
En la cavidad oral conviven millones de bacterias sin
que esto sea sinónimo de patología. En condiciones habituales
predominan las bacterias “amigas”, que mantienen
bajo control a las bacterias que producen patologías.
A este fenómeno se le llama simbiosis. Cuando
ocurren determinadas circunstancias como, por ejemplo,
el aumento de la temperatura y la deshidratación,
este equilibrio se altera, aumentando las bacterias patógenas
responsables de la caries, enfermedad periodontal
y halitosis.
Los consejos para mantener una buena salud
bucodental durante el verano son muy
sencillos de llevar a cabo. Hay que cepillarse
bien los dientes con pasta fluorada durante
2 minutos, idealmente después de cada comida
y, como mínimo, por la mañana y por
la noche. A esto hay que sumarle la limpieza
de la lengua y la higiene interdental diaria
(por las noches) con seda dental o cepillo
interdental. Además, debemos evitar consumir
bebidas carbonatadas, zumos envasados
y bebidas alcohólicas (deshidratan).
Por el contrario, hay que aumentar la ingesta
de frutas, verduras y agua. No debemos
olvidar también prevenir los posibles
traumatismos dentales, valorando usar un
protector bucal. También debemos evitar la
exposición solar excesiva, usar cremas con
factor de protección solar y es recomendable
llevar sombrero si vamos a estar expuestos
al sol. Finalmente, es aconsejable
acudir al dentista para someterse a una revisión
bucodental a la vuelta de vacaciones.