Publicado: 25 de Abril de 2021
¿Para qué? Ir al dentista merece la pena.
La mayoría de las patologías orales son difíciles de detectar por nosotros mismos a menos que hayan avanzado. La caries al principio no duele ni se ve, al igual que la enfermedad periodontal o el cáncer oral.
Además ir periódicamente al dentista permite controlar los tratamientos que se te hayan realizado antes para prevenir recaídas y evitar complicaciones en la salud general. Con tratamientos más sencillos o con revisiones se ahorra tiempo y costes mayores.